Resumo de Bartleby, El Escribiente

Relato incluido originalmente en The Piazza Tales, publicado en 1856.
Bartleby es un curioso amanuense distinto a cualquier otro, que deja una honda impresión sobre el narrador, un abogado sin muchas ambiciones y de carácter flemático y generoso. La historia empieza cuando el abogado contrata a Bartleby porque sus dos escribientes le son insuficientes.
A pesar de su extraña apariencia, Bartleby es eficiente los primeros días, y por demás no resulta extraño comparada con algunos hábitos de los otros dos amanuenses. Mas cuando se le solicita que haga tarea distinta a copiar, Bartleby se niega con la frase que será su fórmula a lo largo del relato: ?Prefería no hacerlo.?
El abogado soporta esta y posteriores desobediencias por su propio carácter; porque el carácter de Bartleby raya en lo inhumano, lo que le produce una especie de temor en el abogado; y por una vaga esperanza que al no molestarlo Bartleby resolverá sus problemas y actuará como cualquier persona. Incluso cuando descubre que Bartleby vive en su oficina no lo despide, ni siquiera cuando Bartleby se niega a copiar o hacer tarea alguna. El amanuense se limita a observar un muro de ladrillos que se levanta frente a la ventana y comer de vez en cuando pasteles de jengibre. Con el paso del tiempo la extraña presencia de Bartleby empieza a afectar el bufete; lo que le obliga a pedirle imperiosamente a Bartleby que abandone su oficina. Pero el amanuense no abandona la oficina y el abogado al no querer utilizar la fuerza cambia su oficina a otro sector de la ciudad.
Transcurren unos días de aparente tranquilidad hasta que los nuevos inquilinos y el casero del edificio se quejan con la abogado y amenazan con ensuciar su buen nombre si no hace nada por sacar a Bartleby. El narrador se ve obligado a intentar persuadir a Bartleby por última vez, pero al no conseguir nada huye del lugar. En definitiva los inquilinos hacen que la policía encierre a Bartleby y vuelven a la tranquilidad. Un poco arrepentido, el abogado visita a Bartleby, a quien ha soportado porque en general piensa que es digno de piedad; sin embargo Bartleby se siente ofendido porque entiende bien su condición de preso y no permite conversación con el narrador.
Bartleby muere de hambre, casi se puede escribir voluntariamente. En un pequeño epílogo el narrador añade una información según la cual Bartleby pudo comportarse de tal modo debido a que perdió su empleo en la Oficina de Cartas No Reclamadas (Cartas Muertas en inglés).
Esta extraña narración es susceptible a múltiples interpretaciones. Bartleby es un personaje que renuncia a cualquier acción por una causa que no se discierne, y en ello se prefigura la literatura que en el siglo XX tuvo como centro el absurdo. Según Borges, Melville parece querer dar a entender que si un solo hombre es irracional, es suficiente para que el universo completo lo sea; asimismo Borges afirmó que Bartleby da una luz diferente sobre la literatura de Kafka.
Recientemente Enrique Vila-Matas escribió Bartleby y Compañía, libro acerca de los escritores que por distintas razones renuncian a la escritura.

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