Don Quijote
(De Cervantes Miguel)
Capítulo II
Aquí se describe la primera salida del Quijote y el episodio de la venta.
Cuando comienza a andar, lo hace al alba, un día del mes de julio, en verano, sin dar aviso a nadie. Se siente todo un caballero andante, sueña con fama y hazañas, tambièn da mèritos a Rocinante y recuerda a su amada Dulcinea a quien le reprocha que no lo haya ido a despedir.Su gran preocupaciòn es que todavía no ha sido armado caballero, lo medita y decide que lo harà quien primero se cruce en su camino. Así continùa andando, con un sol muy fuerte, hasta que caìda la tarde, divisa una construcciòn que le parece un castillo y se encamina hacia él.
Obviamente no era un castillo y sì una venta, o sea un lugar donde comer y de pronto albergarse. Pero en su mente ve las doncellas (en dos mujeres que estaban allì) y al señor (en el dueño de la venta). Al verlo estas personas, les parece extraño, sobre todo por sus armas: brida, lanza, adarga y coselete y por el lenguaje que usa.
A pesar de esto, lo reciben, le dicen que no es posible dormir pero que sì hay comida. El menù consta de pescado, bacalao andaluz o tambièn abadejo de Castilla o truchuelas y pan remojado. Al comer tenìa puesta la celada y alzada la visera y lo tuvo que ayudar una de las señoras, al tiempo que el ventero por medio de una caña le daba vino para beber.
Estando en esta etapa, llega a la venta un castrador de puercos que emite un sonido con su cuerno, lo que le permite confirmar a Don Quijote que se encuentra en un Castillo, con mùsica, manjares (trucha, pan candeal), damas y castellano. Ahora lo ùnico que le falta es armarse caballero.
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