Comer el libro Se piensa con la boca, con los dientes.
Gerard Haddad
Haddad nació en Túnez. Es médico psiquiatra y psicoanalista, discípulo destacado de Lacan.
Esta obra original, retoma algunas ideas propuestas en su libro El hijo ilegítimo. Fuentes talmúdicas del Psicoanálisis, al referirse a un dialogo velado entre Freud y el judaísmo.
El autor demuestra la relación existente entre las dos tópicas freudianas y las dos grandes vertientes de la cultura judía, la Hagadá y la Halajá. Habla de las
nupcias secretas entre Freud y el Midrash y entre Freud y la Halajá.
Haddad demuestra mediante diversos ejemplos que el ritual obsesivo y el ritual religioso poseen significaciones inconscientes, ya que ambos resultan del compromiso entre un deseo culpable y la prohibición represora.
El rito aparece como un mito o una página de la historia o una leyenda, congelados. En cada rito hay fragmentos de un pasado, una memoria reconocibles.
El autor se refiere a los ritos del judaísmo en particular, ritos que se cumplen mediante el acto de comer- o la prohibición de comer- determinados alimentos. Alimentos que están ahí por sus nombres, por la homofonía. Afirma, en la misma línea que Lévi Strauss, que el hombre no mantiene con sus alimentos una relación de necesidad, puesto que el nombre del alimento tiene peso y las comidas no se eligen porque son buenas para Comer sino porque son buenas para pensar.
La incorporación del alimento que se produce en una ceremonia religiosa es la identificarse con una palabra, una frase. Se comen palabras: Se devora a quien se ama.
La palabra se vuelve carne y habita entre nosotros predicó San Juan. Las reglas alimenticias poseen un efecto moral y psicológico. De hecho, las plegarias y los rituales alimenticios han ido sustituyendo los sacrificios.
El acto de comer el alimento- palabra durante el rito- constituye el momento fundador del sentimiento de grupo. Para todos los que siguen el ritual, esa comida representa un trozo de memoria común que crea o fortalece el lazo social en la comunidad.
A partir de sus investigaciones tanto en el campo del psicoanálisis como de la lectura del Talmud, Haddad demuestra la existencia de un vínculo estrecho entre la oralidad y la relación con el saber, entre el alimento del hombre y los textos que con él se traga.
Se piensa con la boca, con los dientes, afirma.
Confirmando su tesis, encuentra en la lengua hebrea, una misma palabra para designar el libro o la comida y en el lenguaje común, una serie de palabras que aluden tanto al acto de comer como de leer. (En castellano decimos 'tragarse un libro').
La relación del verbo con el alimento es un dato masivo del ritualismo judío. Sin embargo en algunas religiones africanas, ciertas enfermedades se curan bebiendo el agua en dónde fue inmersa una hoja de papel dónde habían sido escritas unas fórmulas. Es también, el hecho de comer el fruto prohibido- el pecado original- lo que abre las puertas del saber, del discernimiento del el Bien y el Mal.
Luego del recorrido por los textos del psicoanálisis y del judaísmo, Haddad hace observaciones pertinentes a la clínica - adicción, dislexia, psicosis, enfermedades psicosomáticas, elección de medicamentos- resaltando el vínculo estrecho entre la oralidad y la lectura/escritura.
(El pueblo del libro)
This abstract was checked by WhiteSmoke Solution. 