Resumo de Los Celos Sexuales Como Creencia Verdadera

La obra ?En busca del tiempo perdido? con una fundición entre Marcel, el narrador y el mismo Proust, como señala el texto, toma como tema principal tema los celos. Con la habilidad de unir dos sentimientos opuestos como son la risa y la tristeza, la cual es comparada con la tragicomedia de Shakespeare, relata historias de celos entre tres parejas: Swann y Odette, Saint- Loup y Rachel y finalmente Marcel y Albertina.

Swann creía que amaba a Odette y creía que ese sentimiento era lo que lo llevaba a convertirse en una especie de espía enfermizo. Luego se da cuenta que en realidad no la amaba, pero aún así los celos continuaban. al final, luego de varias infidelidades heterosexuales y homosexuales, él decide casarse con ella. Luego esperaba que sólo la muerte logre destruir los celos, pero cuando esto ocurre, se comprueba que aún así el mal de los celos nunca desapareció.

De igual manera continúan las diferentes historias de celos con Sain-loup, quien se casaría con Gilberta, la hija de Swann (que muere en la Primera Guerra mundial) mantiene una relación con Raquel, que a veces volvía donde su amante. Luego Marcel, aunque también había tenido a Gilberta como su primer amor (aunque luego admite implícitamente que como no tuvo celos nunca la había amado) se enamora de Albertina.

En medio de todas esos lazos amorosos, que en realidad ninguno era real, todo tiene un sentido en relación al autor. Se han comparado a los personajes con la obra ?Otelo? de Shakespeare, aunque también mencionan que estos tienen una ?fuerza? diferente. También se toman un tema ?silencioso? para esa época, que es el de la homosexualidad, que se la compara con los judíos ya que los dos permanecen vivos a pesar de los obstáculos de la historia. También se hace una relación entre Sodoma y Gomorra, y Jerusalén y el Edén, los ?tres paraísos abandonados?.

A partir de estas obras, Freud también saca sus propias ideas. Escribe un libro donde explica que el amor es una ?sobrestimación del objeto?, y también toca el tema de los celos, dividiéndolos en tres clases: Narcistas y edípicos, otros que imputan al ser amado una culpa, real o imaginaria, que pertenece al yo y los últimos, que están al borde de la paranoia, toman como su objeto generalmente reprimido a alguien del propio sexo. Estas ideas parten de las mismas ideas de Shakespeare, pero él, como en muchas ocasiones, prefiere negarlo y relacionarlo más con otros autores.

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